6 pechugas de pollo
6 lonchas finas de jamón cocido
palillos, para cerrar las pechugas
60 g de manteca
1 cebolla pequeña, troceada
1 zanahoria pequeña a daditos
1 cucharada de harina
1 1/2 tazas de caldo de pollo
1 taza de sidra
1/4 cucharadita de pimienta molida
1/4 cucharadita de nuez mosacada molida
1/4 taza de piñones tostados, opcional
Precaliente el horno a 180ªC.
Clave un cuchillo afilado en la parte más ancha de cada pechuga y realice una incisión profunda.
Introduzca en ella una loncha de jamón y cierre la abertura con los palillos.
Envuelva el pollo con film transparente y refrigérelo hasta el momento de utilizarlo.
Caliente la manteca en una cacerola, añada la cebolla y la zanahoria y rehóguelas a fuego lento durante 4 minutos, hasta
que estén tiernas.
Agregue la harina y déjelo cocinar a fuego lento, removiendo hasta que se dore ligeramente.
Incorpore de forma gradual el caldo mezclado con la sidra, removiendo hasta que la mezcla sea fina.
Añada la pimienta y la nuez moscada.
Cueza la salsa a fuego medio 3 minutos, sin dejar de remover, hasta que hierva y se espese, y déjela hervir 1 minuto más.
Retírela del fuego.
Disponga las pechugas en una fuente refractaria llana, en una sola capa.
Vierta la salsa por encima, tápelo y hornéelo entre 20 y 25 minutos.
Retire los palillos y sirva las pechugas con una cucharada de salsa.
Esparza piñones por encima.
Puede utilizar sidra con o sin alcohol.
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