32 alitas de pollo -El zumo de un limón -3 cucharadas de salsa de soja -Una punta de miel -Perejil picado
-4 dientes de ajo aplastados -Otros 4 dientes de ajo, éstos con piel -Harina -Sal -Aceite de oliva para
freír http://ileychicken.tripod.com
Se parten las 32 alitas de pollo por la junta (mejor si lo hace el carnicero)
Se sazonan alegremente las alitas de pollo, se colocan en un bol y se rocían con el zumo de limón, la salsa de soja, la miel,
el perejil picado y los dientes de ajo aplastados. Se cubre el bol y se deja en reposo en la nevera durante un par de horas.
Pasado este tiempo, se escurren los trozos de pollo y se enharinan ligeramente, sacudiendo el exceso.
Se pone una sartén amplia con abundante aceite de oliva al fuego y se sumergen los dientes de ajo con piel. Se va calentando
poco a poco para que la grasa se aromatice y tome el perfume del ajo. Cuando hayan transcurrido cinco minutos a fuego medio,
se introducen las alitas de pollo enharinadas y se van friendo a fuego lento unos cinco minutos.
Pasados, se aviva la intensidad para que el aceite suba de temperatura y las alitas vayan adquiriendo una tonalidad dorada
y se tuesten. En ese preciso instante, bien rubias, se escurren del aceite, se colocan en un plato o fuente sobre papel absorbente
y se vuelven a sazonar. Como no se pueden freír todas las alitas de una vez, se reinicia el proceso: se baja la intensidad
del fuego, se retiran los ajos tostados y se añaden otros nuevos, antes de comenzar la fritura del resto de las alitas. Resultan
estupendas servidas con una ensalada fresca o con unas crujientes patatas fritas o untadas con alioli.
A la hora de elaborar el marinado y prepararlo a nuestro gusto, se puede sustituir el limón por naranja, la soja por salsa
Worcestershire o añadir hierbas o especias, como tomillo, laurel, romero, azafrán
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